A la luz de las estadísticas
hoy somos un departamento más pobre y desigual en comparación con el año 2012
POR
JACINTO PINEDA JIMÉNEZ,
Coordinador académico Territorial ESAP Boyacá Casanare.
Coordinador académico Territorial ESAP Boyacá Casanare.
47.095 boyacense durante el año 2.013 ingresaron a
la difícil condición de pobres, mientras 34.367 se sumaron a la lista de
quienes hacen parte de la indignante situación de extrema pobreza. En contraste
en el país contamos con 820.000 pobres menos y 556.000 colombianos salieron de
la condición de extrema pobreza. Para completar este panorama sombrío en el
departamento el coeficiente GINI, que mide la desigualdad en el ingreso,
aumentó al pasar de 0,532 en el año 2012 a 0.533 es decir, creció 0,001 puntos.
A la luz de las estadísticas hoy somos un departamento más pobre y desigual en
comparación con el año 2012.
Para el año 2013 el ingreso per cápita promedio en
el departamento de Boyacá fue de $391.566. Esto indica que una familia promedio
en Boyacá compuesta por cuatro personas tiene un ingreso de $1.566.264. Con
respecto al año 2012 el ingreso per cápita tuvo una disminución de 4,2%, es
decir nuestros ingresos cayeron por persona en 17.095 pesos. Una familia
boyacense tiene un ingreso promedio mensual de $1.566.264, una bogotana $3.819.924
y una colombiana recibe $2.150.880, lo anterior refleja las grandes brechas,
disparidades y desigualdades que caracterizan el desarrollo de Colombia.
Un hogar boyacense, compuesto por 4 personas, es
calificado como pobre si su ingreso está por debajo de $748.092. 500.232
boyacenses están en condición de pobreza, es decir per cápita tiene ingresos
inferiores a $187.023. Para ser calificado en extrema pobreza, un hogar
boyacense debe tener ingresos inferiores a $351.276, lo cual significa que 174.381
boyacenses, per-cápita, tienen ingresos inferiores a $87.819. Los datos son
números pero cada uno de ellos representan seres humanos que claman
intervención del Estado y la sociedad para superar la indignidad la que viven.
Ahora
frente a la evolución de la pobreza del periodo 2002 al 2013 podemos concluir
que en este último año la tendencia se reversó. En 2013 el porcentaje de
personas en situación de pobreza para el departamento de Boyacá fue 39,3%,
mientras que en 2012 fue 35,6%, presentó un aumento de 3,7 puntos porcentuales.
Ese terreno que habíamos acumulado en la lucha contra la pobreza desde el año
2002 hasta el 2012, que nos permitió una reducción de 31,6 puntos porcentuales,
lo que nos significó ser ejemplo en Colombia, en el año 2013 sufre un grave
tropiezo pues volvió a incrementarse el flagelo. (Ver gráfico 1).
La evolución de la pobreza extrema es la del
descenso más significativo durante el periodo 2002-2012, pues la reducción
alcanzó 28.2 puntos porcentuales, un esfuerzo que supera el colombiano. En 2013
el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema para el departamento
de Boyacá fue 13,7%, mientras que en el 2012 fue de 11,0%, presentó un aumento
de 2,7 puntos porcentuales. (Ver gráfico 2)
Gráfico.2
Frente a la desigualdad del ingreso, medida por el coeficiente GINI, la situación para el departamento, como para el país, no es tan halagüeña. La evolución es irregular pero con tendencia a la baja en el periodo de 2002- 2013. En 2013, el GINI registró un valor de 0,533, mientras que en 2012 fue de 0,532, es decir, aumentó en 0,001 puntos. El coeficiente mencionado en Colombia para el año 2013 fue de 0.539, lo que significa que somos menos desiguales al promedio del país. Una sociedad con coeficiente (1) es de extrema desigualdad y (0) todos son iguales. Ver Gráfica 3
Gráfica 3
Ahora
los objetivos del milenio (ODM) de no revertir esta tendencia sin lugar a dudas
será muy difícil alcanzarlos. La pobreza, según los compromisos de los
objetivos del milenio para el 2015, debe ser de 28.5% y hoy es de 39.3%,
significa que distamos de 10.3 puntos porcentuales; de igual forma la pobreza
extrema para el 2015 debe estar en el 8.8%, es decir estamos a 4.9 puntos porcentuales.
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departamentos de los 24 en la medición, se incrementó la pobreza y extrema
pobreza y hacemos parte de ellos. Una seria reflexión debemos hacernos como
departamento, las causas pasan por la crisis del sector agropecuario pero también,
en ocasiones, por una administración pública indolente ante la indignidad en la
que viven sus habitantes. Requerimos tanta capacidad institucional para
transformar recursos públicos en desarrollo como solidaridad, conciencia ética
en lo público y responsabilidad social del sector privado. Un convite contra la
pobreza y la desigualdad debe ser el gran propósito.