VIOLENCIA
EN SOGAMOSO: UN INFIERNO LLAMADO HOGAR
POR: JACINTO PINEDA JIMÉNEZ, DIRECTOR TERRITORIAL (E) ESAP
BOYACÁ CASANARE
Hay un
problema silencioso que carcome la sociedad sogamoseña y es la violencia
intrafamiliar, con un impacto incalculable sobre el desarrollo social y
económico pero fundamentalmente que afecta la vida individual y colectiva.
En Sogamoso, periodo 2006-2014,
el instituto de medicina legal realizó 6.269 peritaciones por violencia
intrafamiliar (VIF). La cifra así expuesta no deja de ser otro número, pero
vista en contexto evidencia una sociedad donde la familia, por antonomasia el
escenario del amor y el respeto, es un espacio de agresiones y violencia en el
cual crecen y germinan los problemas sociales y económicos que aquejan al municipio.
Comparemos para vernos con los
demás; dentro de los 32 municipios de Colombia con población entre 100.000 y
200.000 habitantes, Yopal y Sogamoso, en el año 2014, registran las tasas más
altas de violencia intrafamiliar por cada cien mil habitantes, con 548,78 y
531,83 respectivamente. Este punto de referencia permite encontrar similitudes
demográficas, para ver la magnitud del problema en la ciudad del sol y del
acero, máxime si tenemos en cuenta las diferencias de las mismas tasas con las
ciudades de igual intervalo, por ejemplo continúan en su orden Facatativá
(404,1), Tunja (324,02), Barrancabermeja
(300,42), Duitama (298,46), Chía (287,86), Zipaquirá (282,60), Buga (265,09).
Colombia durante el 2014 presentó
una tasa de 159.33 casos de violencia intrafamiliar por cada cien mil
habitantes mientras Sogamoso registró una tasa de 531,4, muy superior al promedio nacional. El
departamento de Boyacá alcanzó una tasa de 192,06 de casos por cada cien mil
habitantes, superior a la misma del país pero muy inferior a la de Sogamoso.
Mirado el comportamiento histórico de las tasas y los números de casos de
violencia intrafamiliar es necesario advertir que se ha dado un tendencia a la
disminución, pero muy lejos de los promedios nacionales y departamentales.
La violencia intrafamiliar, se
define como las agresiones no fatales ocurridas en el marco de la familia, se
clasifica en cuatro contextos, a saber,
violencia contra niños, niñas y adolescentes, violencia contra la
pareja, violencia contra el adulto mayor y violencia entre otros. El
comportamiento disgregado en la ciudad de Sogamoso, año 2014, es el siguiente:
de los 605 casos valorados 474, es decir el 78,34% las víctimas fueron mujeres.
La tasa nacional fue de 237,76 casos por cada cien mil habitantes mientras en
Sogamoso alcanzó 793,40, la cifra evidencia un grave deterioro del respeto a
los derechos de la mujer.
La violencia entre la pareja representa el 63,8% de
los casos valorados, siendo la mayor causa de violencia intrafamiliar. La
violencia entre otros familiares ocupa el segundo lugar con el 20,16%; esta
violencia es ocasionada por algún familiar diferente a la pareja; esta se
clasifica en tres categorías según el vínculo, la violencia filioparenteral
ejercida por los hijos sobre sus padres; la violencia entre hermanos y la de
los familiares fuera del núcleo; es decir, entre primos, tíos, sobrinos,
cuñados, etc. La violencia contra niños, niñas y adolescentes presento 87
casos, es decir el 14,38% de los casos registrados.
La
violencia intrafamiliar es un fenómeno anidado en el entretejido de factores
culturales, económicos, legales y políticos que eternizan la violencia en el
hogar. Es necesario explicar y comprender la multiplicidad y multicausalidad de
variables donde crece la violencia para definir las acciones e intervenciones
públicas. Acciones que deben tener como epicentro la mujer pues a la luz de las
estadísticas y de aquellas que no hacen parte de estas cifras, es ella la víctima
de esta violencia. Estamos frente a un fenómeno que por sus implicaciones y
repercusiones debe llamar a la conciencia ética del Estado y la sociedad. Quizá
no dimensionamos el futuro que les depara a mujeres excluidas, violentadas,
abusadas e instrumentalizadas. No sopesamos, de igual manera, los efectos
negativos de la violencia intrafamiliar para un Sogamoso que debe construirse
en el respeto a los derechos humanos como principio de la convivencia.