domingo, 12 de febrero de 2023

DESCENSO DE HOMICIDIOS AÑO 2022 EN NORTE DE SANTANDER: UNA HISTORIA DE DOLOR Y ESPERANZA

 

DESCENSO DE HOMICIDIOS AÑO 2022 EN NORTE DE SANTANDER: UNA HISTORIA DE DOLOR Y ESPERANZA

Por: Jacinto Pineda Jiménez, Director Territorial ESAP Norte de Santander y Arauca

La disminución de los homicidios en Norte de Santander, incluido Cúcuta, durante el año 2022, se convierte en una buena noticia que conlleva a una reflexión histórica sobre el comportamiento del fenómeno. Una historia anclada en un país violento que golpea con mayor rigor al departamento. En el año 2001 en Norte de Santander se registraron 1.256 homicidios, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) y de acuerdo con la Policía nacional se presentaron 1.396, es decir la aterradora tasa de 101 homicidios por cada cien mil habitantes, cuando la tasa del país, datos Policía Nacional, era de 65. En el presente siglo el número menor de homicidios se presentó en el 2015 con 357 y una tasa de 26,26 mientras la del país fue de 24,02.

Cúcuta según el INMLCF en el año 2007 se presentaron 469 homicidios lo que se traduce en una tasa de 78 muertos por cada cien mil habitantes (PCCH). En dicho año a nivel nacional esta misma tasa fue de 37 casos y los municipio con las tasas más altas en el departamento fueron San Cayetano con 177, Teorama 137, la Playa 131 y El Tarra con 102.  En el año 2015 Cúcuta registró el número más bajo de homicidios del presente siglo con 184 y una tasa (PCCH) de 26,33. La tendencia del comportamiento del homicidio, en los últimos diez años, tanto en el departamento como en la ciudad, es al ascenso, tal como se evidencia en la gráfica uno, esperando que lo ocurrido en el año 2022 se convierta en tendencia.

Gráfico uno

Fuente: Instituto de Medicina legal y ciencias Forenses (IMLCF), elaboración propia


Radiografía del Homicidio durante el año 2022

Según los datos preliminares del INMLCF para el año 2022 se presentó un descenso dentro de los homicidios en el departamento cuando se compara con el 2021 al pasar de 674 a 509. Esto significa que hubo una disminución del 24,48%, al contrario, en el país el incremento fue de 0,77%. Por rango de edad el grupo más afectado es el comprendido entre 24 y 29 años, con 106 víctimas es decir el 20,83% de los homicidios, le sigue el 30 a 34 años con 95 casos y para reflexionar los 3 niños muertos de 0 a 4 años. De acuerdo con la escolaridad las víctimas del presunto homicidio en el 34,97%, cursaban o habían cursado hasta la educación básica, el 25,17% alcanzaron la secundaria media. Por sexo 480 eran hombres y fueron asesinadas 29 mujeres; por estado civil 40,67% de las víctimas estaban en condición de solteros y el 36,54% en unión libre. De las 509 víctimas de homicidio, 102 tenían nacionalidad venezolana, es decir el 20,04%; a propósito de muertes violentas también de los 86 suicidios ocurridos en el 2022, 12 eran venezolanos y de las 242 muertes en accidentes de tránsito 24 corresponden a esta nacionalidad.

Por Municipios

Según cifras del INMLCF en 12 municipios del departamento no se registraron homicidios durante el año 2022 (Arboledas, Chitagá, Durania, Gramalote, Herrán, Mutiscua, Pamplonita, Salazar, San Cayetano, Santiago, Silos y Villa Caro). Por el contrario, como se evidencia en la gráfica dos, Tibú es el municipio que registra el mayor número de homicidios, exceptuando Cúcuta.

Gráfico dos.

Fuente INMLCF, elaboración propia

El área metropolitana de Cúcuta concentra el mayor número de víctimas con 325 muertos, es decir el 63,85% del total de homicidios del departamento, le sigue la región del Catatumbo con 157 víctimas, en resumen, estas dos regiones acumulan el 94,7% del total de homicidios del Norte de Santander. 

De acuerdo con las tasas de homicidios de 2021, Norte Santander registra 39,81 casos PCCH, Cúcuta 34,78; Tibú 149,49, Puerto Santander 500,48, un dato alarmante, en contraste el promedio nacional fue de 25,93 homicidios por cada cien mil habitantes (PCCH). Por departamentos la tasa de Norte de Santander es la sexta más alta del país.

Hay un norte de Santander que requiere un esfuerzo colectivo, EStado-Sociedad, para revertir estos indicadores, donde la vida sea el principio y el fin del accionar del Estado y los ciudadanos. Paz para superar los obstáculos que condenan a las gentes a la indignidad y el atraso.