AHOGADOS EN LA DESIDIA
Paradójico que mientras cientos
de damnificados viven el drama en la desesperanza, los proyectos viabilizados
para atenuar el impacto del presente invierno continúen ahogándose en las redes
de la desidia y en ocasiones de la corrupción. Mientras el Presidente
Santos, en su visita a Paz de Rio,
anunciaba inversiones por el orden de 1 billón 450 mil millones para
transformar el departamento, Colombia Humanitaria
publicaba un preocupante balance del estado de las inversiones aprobadas en el
año 2011, para mitigar las consecuencias de la ola invernal en Boyacá. El
informe, con corte 19 de abril de 2012, evidencia que de las 425 obras aprobadas, solo
182 han sido terminadas y 75 de ellas presentan una situación “crónica”, dado
que 25 registran un atraso mayor al 45%; en 15 se vencieron los plazos del
contrato y no han terminado; para 8 se realizó el desembolso y no han
comenzado; 5 obras registran incumplimiento de las especificaciones técnicas; 3
están inconclusas pues requieren de recursos adicionales; en 3 hay sobrecostos y
1 fue ejecutada en un sitio diferente al aprobado.
No aprendemos, volvemos a
repetir la historia “tapar las goteras en pleno invierno”; pues hoy 243, de las
425 obras proyectadas para paliar la anunciada temporada de lluvias continúan en
desarrollo y otras probablemente morirán en las discusiones jurídicas. En 48 municipios al menos existe una obra en
situación crítica, mientras en 2, la totalidad de las obras aprobadas están en
estado crítico. Para no ser injustos solo en 21 obras mayores es comprensible su
situación, el resto demuestran un grado alto de indolencia por parte de los
administradores frente al padecimiento de los damnificados. Sigamos soñando en
las 7 maravillas de Boyacá, aunque para lograrlo el problema no sea solo
recursos, sino de administraciones públicas eficientes y éticas en la ejecución
del gasto público.
Por: JACINTO PINEDA
JIMÉNEZ, COORDINADOR ACADÉMICO TERRITORIAL, ESAP BOYACÁ CASANARE
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