DEL
INVIERNO A LA SEQUIA
De acuerdo al informe de
Colombia Humanitaria, corte 15 de julio de 2012, en Boyacá de las 425 obras
aprobadas en el año 2011, para mitigar los efectos de la ola invernal, solo 263
han sido terminadas, es decir el 61.9%. En estado crítico hay 74 obras, dadas
las dificultades que presentan estos contratos, por ejemplo 26 se vencieron los
términos y no han terminado, 6 se realizaron los desembolsos y no han comenzado
y peor en 7 hubo abandono de la obra. Panorama lamentable máxime cuando dichas
inversiones buscaban paliar el dolor de damnificados.
Pero lo paradójico ahora es
el anuncio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios ambientales
(IDEAM) sobre el aumento al 65% de la probabilidad de ocurrencia del fenómeno
del niño, caracterizado por la reducción de lluvias y el aumento de las
temperaturas. De acuerdo a las
predicciones el fenómeno afectará especialmente a Boyacá y otros departamentos
del área Andina.
El impacto se sentiría a finales del año 2012 y comienzos de
2013. Por ello es urgente prender las alarmas y comenzar una tarea orientada a
mitigar los efectos del fenómeno, fundamentalmente en los sectores vulnerables.
Desde ya deben generarse acciones para vigilar las reservas de agua, ante la
inminente disminución de la oferta hídrica; planear al sector agropecuario ante
las nuevas realidades y en general poner en marchar el sistema de prevención y
atención de desastres en sectores como la salud, energéticos, transporte,
educación etc.
Estamos en el justo momento
para tomar las medidas necesarias, de lo contrario repetiremos la amarga
experiencia de los devastadores efectos producidos por la lluvia, donde la
administración pública se caracterizó por la baja capacidad para reaccionar, la
desidia y la ineficiente, y en ocasiones corrupta, ejecución de los recursos
públicos.
POR: JACINTO PINEDA JIMÉNEZ,
DOCENTE ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, TERRITORIAL BOYACÁ
CASANARE.
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